domingo, 5 de enero de 2014

¿Oxígeno?
No.
Yo no pienso ser tu oxígeno.
Yo anhelo quitártelo,
robarte respiros,
arrancarte suspiros, 

romperle el ritmo a tu respiración,
entrecortarla, acelerarla, 
y durante muchos instantes, 
detenerla.
Yo no pienso darte vida,
quiero acompañarte a comprobar
que estás vivo.


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