lunes, 4 de noviembre de 2013

 ¿Has estado alguna vez enamorado? Es horrible, ¿verdad?, te hace tan vulnerable. Abre tu pecho y tu corazón y significa que alguien puede meterse dentro de ti y echarte a perder. Construyes todas esas defensas, te fabricas toda una armadura para que nada te pueda hacer daño, y entonces una persona estúpida, que no es diferente de cualquier otra persona estúpida, entra como si tal cosa en tu estúpida vida... Les das un trozo de ti. Ellos no lo pidieron. Hicieron algo estúpido un día, como besarte o sonreírte, y entonces tu vida deja de ser tuya. El amor toma rehenes. Se mete dentro de ti. Se alimenta de ti y te deja llorando en la oscuridad, una frase tan simple como "quizá deberíamos ser sólo amigos" se convierte en un trozo de cristal introduciéndose en tu corazón. Duele. No sólo en la imaginación. No sólo en la mente. Es un dolor en el alma, un verdadero “se mete dentro de ti y te destroza”.
Neil Gaiman.
Esta noche quiero quedarme con el consuelo de los tontos. Aunque no este de acuerdo en todo, Gaiman lo explica muy bien. Todo se queda dentro. Si no lo sacas en el momento necesario. Y se pudre dentro. Y ya nunca sabes que hacer con los restos; si guardarlos en cajas mentales, apilarlos en un rincón de la memoria o dejarlos flotar a su antojo por tu cabeza.
No creo que haya vivido lo suficiente como para saber que es exactamente el amor. O puede que sí. Qué sabré yo. Aún así creo que merece la pena enamorarse. Porque si hay algo por lo que merece la pena perder un poco la cabeza es por las personas.

1 comentario: