lunes, 10 de octubre de 2011

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-Yo tamién te amo-sus dedos me acarician el borde de los labios-Tendrías que saerlo. Tienes que saberlo.

Y entonces es cuando sucede.

De pie entro dos contenedores asquerosos en una cellejuela de mierda, mientras el mundo se derrumba a mi alrededor, al oír como dice esas palabras, todo el miedo que he llevado conmigo desde que aprendí a sentarme, a ponerme de pie, a respirar, desde que me dijeron que dentro de mí había algo podrido y enfermo, algo que debía ser eliminado, desde que me dijeron que estaba casi echaba a perder...todo se desvanece de repente. Eso que haita en lo más profundo de mi espítitu, el corazón de mi corazón, se estira y se despliega más, se alza como una bandera y me hace sentir más fuerte de que me había sentido nunca.

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