domingo, 2 de octubre de 2011

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A veces, sin querer cierro los ojos y recuerdo.
Cada beso, cada caricia, cada susurro en la oscuridad, cada mirada de complicidad...
Y algo me oprime el pecho y un escalofrio me recorre la espalda.
Como olian sus sabanas y su cuerpo.
Eso ya no lo recuerdo.
No puedo.
Dentro de mi cabeza las palabras se deshacen, los olores desaparecen, las miradas se rompen...
Y ya no queda nada.
Y es mejor así.
Mucho mejor :]

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