¿Oxígeno?
No.
Yo no pienso ser tu oxígeno.
Yo anhelo quitártelo,
robarte respiros,
arrancarte suspiros,
romperle el ritmo a tu respiración,
entrecortarla, acelerarla,
y durante muchos instantes,
detenerla.
Yo no pienso darte vida,
quiero acompañarte a comprobar
que estás vivo.
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