"Dicen que el orgasmo de una mujer no miente.
Tal vez mientan ellas, y tal vez te logre engañar,
pero sólo puede engañarte mientras no te
haya mostrado su orgasmo real.
Porque el orgasmo no miente.
La paraliza. No es como en las películas
porno.
No puede hablar. No puede moverse. Apenas
si puede gritar.
Se va de este mundo por un segundo, porque el
orgasmo, bien lo sabemos también nosotros, es una pequeña muerte. Es el lugar
donde el placer y el dolor se juntan: es tan placentero que duele, es casi
insoportable."
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