Ella se alejo lentamente
como si fuera un recuerdo
inventado por su mente,
y en su adiós había resignación
y una melancolía infinita,
cuando finalmente ella estuvo lejos
él empezó a llorar y sus lágrimas
eran la clara imagen de la derrota y
de la frustración,
su llanto era tan sombrío que cubría todo
a su alrededor,
y la oscuridad se apodero de el
hasta hacerlo un ser solitario y amante
de la soledad,
él en el fondo se moría por decirle
que no se marchara
que se quedara tan solo un
momento fugaz más junto a él,
pero eso no era posible
ya todo estaba decidido,
ese era el fin de su historia...

Néstor Augusto Esquivel Donato

"Dices que te hago daño,
esque no entiendes que te extraño a mi manera..."

Dices que mi futuro esta lleno de aventuras.
Pero no con quién las voy a vivir.




Y yo necesito saberlo.

"Yo no soy tu complemento,
no soy tu extremo ni tu aliento.
No soy el zapato izquierdo y tu el derecho
No te amo por que sí o por decreto.
No soy el cordón de tu zapato
ni el frente de tu unicornio,
no soy ni tu paz, ni tu manicomio.
No permitas que sea el adiós al que temes
no soy la bienvenida que te hace feliz,
ni el que hace tus días perfectos,
ni el que despinta tu cielo de gris.
Yo soy tu compañía
Solo el eslabón que está a tu lado
es solo casualidad que junto a mí,
su día sea azulado.
Yo soy su compañía,
solo quien ocupa el lugar
que cualquiera ostentaría.
Acompaño su proceso
por si algo llegase a faltarle,
pero no soy único o infatigable.
Yo le cubro de amor, sueños o sexo,
yo satisfago sus excesos.
Yo no soy su complemento,
ni el sueño que se quiere en el infierno.
Yo soy su compañía
quien por usted, entrega su día a día"

Camilo Palacio

"¡Seguid en posición! ¡Hacedles frente! Hijos de Gondor y de Rohan, mis hermanos, veo en vuestros ojos el mismo miedo que encogería mi propio corazón. Pudiera llegar el día en que el valor de los hombres decayera, en que olvidáramos a nuestros compañeros y se rompieran los lazos de nuestra comunidad. Pero hoy no es ese día, en que una hora de lobos y escudos rotos rubricaran la consumación de la edad de los hombres. Pero hoy no es ese día. En este día lucharemos por todo aquello que vuestro corazón ama de esta buena tierra. ¡Os llamo a luchar, hombres del oeste!"

El Retorno del Rey.

Me cuentan que tienes ganas de tormenta
qué importa si las noches se nos hacen cortas
me mira y hasta las palabras se me olvidan.

Si me pongo a pensarlo.

No soporto el olor a tierra mojada, ni las frases hechas. No aguanto los comentarios malintencionados, ni las paginas de los libros que cortan, tampoco los bolígrafos que dejan de escribir cuando más los necesitas.
Odio el sonido que hace mi persiana por la noche cuando hace viento, y que se vaya la luz cuando me ducho. El sonido de una moto ruidosa, la sensación después de vomitar, la cara de una persona que a bebido demasiado, si eso realmente es odioso. Vivir por otra persona, mirar un reloj durante más tiempo del necesario, escuchar una mentira, beber Coca-Cola, olvidar un cumpleaños, decir ''encantada de conocerte'' a gente que ni siquiera conozco.

Adoro los ojos de los demás, cuentan tantas cosas. Me encanta mirar la Luna y soñar despierta mientras veo los coches pasar. Adivinar el color de la ropa interior de alguien, besar un cristal frío, tirarme sobre la arena caliente de la playa, vivir enganchada a una pulsera que me trae buenos recuerdos, cortar un dibujo por la mitad, dibujar en los márgenes de una hoja de apuntes. Soñar y acordarme después de lo que soñé, las fotos en blanco y negro, el sonido de un piano, la lluvia a través de un cristal. Los besos de desayuno, bailar sobre la mesa con las amigas de siempre, hacer apuestas, cantar porque simplemente sabes la letra y no puedes evitarlo...

“Para mí no eres todavía más que una persona semejante a cien mil personas. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que una persona, semejante a cien mil personas. Pero, si me conoces, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti única en el mundo.”

—	Antoine de Saint-Exupéry, El Principito.

Voy caminando, y pienso en no pisar ni una amapola; 
ella, entretanto, duerme casi casi siempre sola.

Y si te sientes perdedora
sácate de la boca el amor
y devuélveme todas las horas
que paso pensando que somos dos...

Mírame a los ojos; sé qué estás pensando.
De tu cabeza quiero beber caldo.
Para matar mis dudas y subir hasta tu Luna.